Se detuvo en una estación de servicio en la ruta 68, aparentemente para comprar cigarrillos, aunque no era fumador. Este fue el último paso en la preparación de los artefactos incendiarios que luego lanzaría en la reserva natural Lago Peñuelas, que encuentra en la región de Valparaíso en Chile, desencadenando así una cadena de eventos catastróficos.

Lo inquietante es que Mondaca, además de ser un bombero voluntario, era un técnico electrónico. Este conocimiento técnico probablemente contribuyó a la creación de los artefactos incendiarios que utilizaría para provocar el desastre. Además, sus acciones no fueron solitarias; según los informes, contó con la complicidad de su amigo Franco Pinto, un brigadista de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Los detalles sobre el motivo detrás de este acto atroz son aún más preocupantes. Mondaca afirmó en su declaración ante la justicia que fue incitado por Pinto, quien le sugirió que la temporada de incendios sería lucrativa en términos de horas extras. Esta revelación arroja luz sobre una posible motivación financiera detrás de la tragedia que acaparó titulares dentro y fuera de Chile a principios del 2024, lo que agrava aún más la atrocidad de sus acciones.

El descubrimiento de Mondaca como el perpetrador detrás del incendio mortal conmocionó a la comunidad y dejó al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, una institución venerada en Chile, en un estado de incredulidad. La institución, que ha sido un pilar en la lucha contra incendios durante más de un siglo, ahora se enfrenta a una crisis interna, cuestionando sus procedimientos de selección y evaluación de personal.

El hecho de que Mondaca lograra ingresar al Cuerpo de Bomberos sin levantar sospechas sobre sus intenciones es preocupante y plantea serias preguntas sobre los protocolos de selección y evaluación psicológica dentro de la institución. La suspensión de las postulaciones en curso es solo el primer paso hacia una revisión exhaustiva de estos procedimientos para evitar que tragedias similares ocurran en el futuro.

La expulsión inmediata de Mondaca del Cuerpo de Bomberos, así como la exclusión de Pinto de la Conaf, son medidas necesarias pero insuficientes para reparar el daño causado por sus acciones. La comunidad de Viña del Mar y sus alrededores aún están lidiando con las secuelas de esta tragedia, mientras buscan sanar y reconstruir lo que se perdió en el fuego.

En medio de esta tragedia, los verdaderos héroes han sido los más de 1.000 bomberos que respondieron valientemente a la emergencia, arriesgando sus vidas para salvar a otros. Su dedicación y coraje son un recordatorio poderoso de la fortaleza y la resiliencia de la comunidad, incluso en los momentos más oscuros.

En última instancia, la tragedia que consumió Viña del Mar es un recordatorio sombrío de los peligros del fuego y la fragilidad de la vida humana tras ocasionar la pérdida de 130 vidas y dejar unos 16.000 afectados. Pero también es un llamado de atención sobre la importancia de la vigilancia, la preparación y la integridad en la prevención de desastres como este en el futuro.