La región es el hogar de cerca del 40% de la población católica del mundo. Esta religión tiene una presencia absoluta en países como Paraguay, en el que menos del 1 % de la población se declara aconfesional.
Pero en esta región también está uno de los pocos países en el mundo que no celebran la Navidad: Uruguay. La festividad se tornó secular en este país sudamericano y desde 1919 toma el nombre oficial de ‘Día de la Familia’. Es así que Uruguay tiene más de un siglo festejando el Día de la Familia en lugar de la Navidad, por lo que la tradición ya está bien asentada. Según CNN, el cambio en el nombre de la fiesta religiosa fue solo una de varias decisiones que empujaron al país por el camino del laicismo poco después de que se aprobara su primera constitución.
La primera de esas decisiones llegó en 1861, el medio explica: la gestión de los cementerios pasó de las manos de la iglesia a las del Estado. Poco después, en 1885, se volvió obligatorio el matrimonio civil antes que las uniones religiosas. En 1907 se suprimieron las referencias a Dios y a cualquier símbolo religioso en las tomas de posesión de los parlamentarios.
En ese mismo año, según cuenta el medio de comunicación, Uruguay se convirtió en uno de los primeros países de la región en legalizar el divorcio. Una de las decisiones más significativas llegó dos años después, cuando el país eliminó la enseñanza de la religión en las escuelas públicas. Finalmente, en 1917, Uruguay aprobó una constitución en la que se establecía la separación de la Iglesia y el Estado. Dos años después, la Navidad cambió de nombre.
El cambio no afecta demasiado a la población. Según el informe de Pew, Uruguay es el país menos religioso de la región: un 37 % de su población se declara aconfesional. Pero la Navidad no es la única festividad que “desapareció” del país después de que la constitución separa la iglesia del Estado. Todas las fiestas religiosas tienen otro nombre en Uruguay. El Día de Reyes pasó a ser el ‘Día del Niño’, el de la Virgen pasó a ser el ‘Día de las Playas’ y la Semana Santa se llama ‘Semana del Turismo’.
A pesar del cambio, y con excepción de los Nacimientos (Belenes), algunas calles uruguayas no son muy distintas a las de otros países en la región en estas fechas. Según describe el diario El País, muchas son las calles, plazas o lugares públicos de Uruguay que cuentan con árboles y luces por todas partes. Algo que contrasta con la decisión oficial tomada en 1919.