Nota publicada originalmente por La Vanguardia
Para entonces, Coughlan ya se había leído los ocho libros de Julia Quinn en los que se basaba la historia y sabía que en el cuarto tomo, Seduciendo a Mr. Bridgerton , el eje era el apasionado romance que vivían sus personajes. De lo que no estaba segura era de si alguna vez ese amor iba a llegar a filmarse. Es que si bien se trataba de una serie producida por la exitosa Shonda Rhimes para Netflix, con quien la guionista y productora de títulos de la televisión abierta como Anatomía de Grey , Scandal o Sin cita previa había firmado un contrato multimillonario, no había ninguna garantía de que su primera apuesta con la plataforma pasara de la primera temporada, que giraba en torno al romance entre Daphne (Phoebe Dynevor) y Simon (Regé-Jean Page). “En aquel entonces era muy raro pensar que algún día podíamos llegar a hacer escenas románticas”, le confesó recientemente Coughlan a la revista Town & Country.
Estrenada en Navidad en plena pandemia, aquella primera temporada de Los Bridgerton es actualmente la cuarta producción original de Netflix en idioma inglés más vista de todos los tiempos, con casi 1.000 millones de reproducciones. Su ambiciosa apuesta de presentar una realidad alternativa para la Inglaterra aristocrática del siglo XIX en la que las cuestiones raciales no existen, abundan por igual escenas de sexo y apasionadas historias de amor en una sociedad en la que la meta es casarse convirtieron a sus protagonistas en estrellas, pero Nicola y Luke tuvieron que seguir esperando.
La segunda temporada giró en torno a la relación entre el mayor de los Bridgertorn, Anthony (Jonathan Bailey) y Kate (Simone Ashley), logrando posicionarse en el noveno puesto entre las más vistas de Netflix, con casi 800 millones de reproducciones. Sin embargo, a nadie que haya visto los primeros 16 episodios se le han escapado las miradas de Penélope hacia Colin, aunque este no reparara en ella como mujer, por lo que la pasión que les consume en la tercera temporada es algo que los fans esperan desde hace mucho tiempo.
En una rueda de prensa global a la que asistió La Vanguardia , Nicola explicó: “Hemos tenido el gran privilegio de haber interpretado a estos personajes durante dos temporadas. Cada rodaje nos llevó ocho meses, por lo que hemos vivido con ellos durante mucho tiempo”, a lo que luego agregó: “Entendíamos muy bien lo que significaba el uno para el otro, y sabíamos que todos les veían como perdedores, algo que ha llevado a la audiencia a identificarse con ellos. No son las personas más celebradas de la ciudad. Por eso cuando se encuentran de otra manera, lo que se genera es algo muy bello”.
Por su parte Newton señaló: “Siempre ha habido una conexión entre los dos, pero Colin la veía de una manera diferente, un poco porque a ella siempre la han subestimado. La sociedad y particularmente su familia le han colocado en una caja y han decidido cómo se le tiene que ver. Pero Penélope tiene otras aspiraciones y sueños, y eso es lo que hace que Colin descubra su atractivo. De pronto se da cuenta que es alguien con quien desde un principio compartió algo especial”.
El gran momento de Coughlan en la serie coincide con otros éxitos de esta actriz de 39 años que se ha especializado en interpretar personajes de mucha menor edad. Tras una breve pero inolvidable participación en Barbie , protagonizó la miniserie británica Big Mood para Channel 4. Y aunque Newton ocupa hoy el puesto número 600 entre los actores más populares del mundo en IMDB, por ahora no se apura a hacer avanzar su carrera. Le basta que Netflix haya confirmado la cuarta temporada de Los Bridgerton , que comenzará a filmarse dentro de poco, y los rumores indican que llevará aún más lejos la historia de Colin y Penélope.
