Las diez reglas para desintoxicarnos del empacho navideño
La comilona nocturna de Nochebuena y el remate del ágape de Navidad es la culminación de un proceso de abuso gastronómico que se inaugura con las cenas de empresa y los vermús corporativos pre-navideños. El resultado es una saturación no solo calórica sino también de lipídica y glucémica, así como alcohólica. De esta suerte tanto el hígado como la vesícula biliar y el páncreas son las víctimas de tanto pavo, marisco, escudella, canelones, turrones o lo que sea que escojamos en la variada tradición nacional gastronómica navideña.
¿Cuántos huevos se pueden comer a la semana?
La mitología nutricional clásica ha colocado a los huevos en una situación tradicionalmente ambigua. Por un lado se los ha considerado un alimento rico y propio de la dieta mediterránea, pero por otro se ha limitado su consumo máximo recomendado por motivos de alto riesgo vascular, aumento del colesterol, diabetes, etc.